
Además de ser usados como un método alternativo de terapia en varias patologías psicológicas o fisiológicas, de trabajar como guardianes, lazarillos o en pastoreo, y de detectar drogas, explosivos y algunos hasta neoplasias (tumores), también son excelentes compañeros.
Y si, se que casi todos los dueños creen que sus mascotas son superdotadas y sumamente inteligentes, o por lo menos eso quieren que piensen los demás. Es igual con los hijos (aunque como diría mi padre: si todos los niños son taaan inteligentes de chicos, entonces de dónde carajos viene al mundo tanto pendejo???).
Pero la realidad es otra, no todos los animales son inteligentes, hay que reconocer que algunos son bastante idiotas, como mi perra, que se pasa horas enteras gruñendole a su sombra, pero en cuanto ésta se mueve sale despavorida a refugiarse en mis pies para temblar por aproximadamente 20 minutos o hasta que le preguntas dónde esta su hueso, lo cual hace que olvide sus temores de inmediato y corra por su preciado pedazo de carnaza apestosa y babeada, olvidando por completo a la sombra asesina.
Aunque tengo que reconocer que conozco animales realmente sorprendentes. Como la perra genio de mi hermana, que escribe sus guiones cuando ella duerme gracias a una descarga eléctrica que recibió en una tormenta. Aunque como todos los genios tiene ciertos problemas de personalidad, pero a pesar de su inteligencia es incapaz de hablar, así que le ha dado por intentar la telepatía, y se sienta por horas frente a los invitados de mi hermana con la mirada fija, metiéndoles ideas subconscientes de que algún día dominará el mundo y se casará con el marido de la dizque escritora (mi hermana por supuesto), liberando a todos sus hermanos caninos de la mano opresora de los humanos... aunque al llegar a ese punto, empieza a divagar y pierde la concentración a causa de la filosofía Kanikaista, acerca de la cual también ha pensado escribir un tratado, y ganar algún premio importante, y.... Se acuesta y sueña con la fama.
Así, no todos los perros son idiotas, pero tampoco genios. Y menos aún los propietarios, aunque algo hay de cierto en que todos se parecen a su dueño. Y no quiere decir que yo sea idiota, bueno, a veces si, pero no es ese el punto, el punto es que .... olvídenlo.
Creo que aún no he carburado el embotamiento cerebral que me ha causado la tesis.