sábado, 12 de abril de 2008

Acerca de abrir una clínica


De verdad estoy emocionada por la clínica, que me da miedo?? claro, pero creo que es mas emoción que miedo. Pero... resulta que no todo es taaaan fácil como esperaba.
Primero, saca 9872376427 citas para locales, visita cada uno de ellos para ver en dónde están, en que condiciones, que espacio tienen, en cuanto sale la renta, bla bla.
Una vez que por fin escoges uno, lógico es por que te encanta, bien localizado, amplio, renta no tan cara, con gran potencial, poca competencia, etc. Pero, antes de firmar el contrato por un año, investiga que onda con el permiso de la delegación, no quieres que te lo clausuren a la semana.
Ve a la delegación tempranito, para que te digan que no, que necesitas forzosamente el uso de suelo para poder abrir tu local ahi, por que es una zona sumamente restringida para comercio y sólo se permite el uso habitacional.
Así, hay que tramitar el uso de suelo en el número 32 de San Antonio Abad, en la SEDUVI. Alguien conoce esa zona de la ciudad de México??? Como diría mi padre, es una cueva de putas y cabrones. Literal.
Pues si, ahi vamos las tres estúpidas socias a ver lo del uso de suelo, ya saben, todas monas para que nos hagan caso en la delegación. Así, conseguimos un estacionamiento en una zona rascuache que parecia no estar lejos del susodicho establecimiento.
Bajamos las escaleras y preguntamos al encargado del estacionamiento dónde quedaba eso, a lo cual muy amablemente nos explico que al otro lado de la Avenida, a la cual llegabamos al doblar la esquina, y que no nos preocuparamos, que habia un paso a desnivel no muy lejos.
En fin, no parecia tan complicado llegar. Empezamos a caminar en la dirección señalada, preguntándonos que diablos haciamos ahí sin saber lo que aún nos esperaba.
Dimos vuelta a la esquina y nos encontramos con la avenida, caminamos un poco, al margen de un puente sin paso para peatones, llegando a un tramo donde hay que cruzar la avenida a pie, así que nos lanzamos al viva México y esperando que nadie viniera tan rápido como para quedar planchadas en el pavimento.
Al otro lado habia un par de policias, asi que nos acercamos a preguntar donde quedaba la SEDUVI, a lo cual nos explicaron que era el edificio del otro lado de la avenida.
Enfrente estaba el paso a desnivel, asi que nos aproximamos sumamente confiadas, pero al ver el interior recurrimos al único recurso que nos quedaba, pedir a las dos amables mujeres policias que nos habian atendido momentos antes que nos acompañaran para cruzar por esa cosa, a lo cual ellas reaccionaron volteándose a ver y acelerando el paso exactamente en la dirección contraria.
Por qué no?? entramos al paso a desnivel para asomarnos en su interior y ver si nos aventurábamos. Creo que realmente soy incapaz de describir lo que vimos y olimos en ese momento, pero hare mi mejor intento.
Era un lugar largo (consideren que cruzaba todo Tlalpan, de un lado al otro), lleno de "casas" hechizas con plástico y metal, con un olor a alcantarilla vieja y podrida, sin iluminación, humedo, oscuro y realmente espeluznante.
Dos de nosotras nos volteamos a ver con cara de "ni madres, yo ahi no me meto", pero la tercera dijo "y si nos lo hechamos corriendo??" y que se avienta la muy idiota. Pues ahí vamos las otras dos detrás, mentando madres.
Al momento de entrar, esos "charcos" en el suelo resultaron ser algo más, parecian una mezcla entre babas, aceite, caño, orina, guac... eran sumamente resbalosos y cubrian casi en su totalidad el suelo de aquel pasaje, lo cual anulo por completo la posibilidad de "correr" hacia el otro lado, así que empezamos a caminar lo más rápido que nuestro equilibrio nos lo permitia.
Conforme avanzábamos se me aceleraba el pulso, y lo único en lo que pensaba era en el cabrón tipo Freddy Kruger que nos iba a salir de una de esas casas hechizas, apretando mis puños lo más fuerte que podia con cada paso, para soltarle un madrazo al primero que se me atravesara. Luego se me ocurrio la macabra idea de que al terminar las casas esas encontraríamos a alguien destripado en un rincón, y de ahi me siguieron asaltando todo tipo de ideas macabras conforme caminabamos por aquel sitio.
En ese momento una de mis socias, la mas fresa logicamente, dijo "que asco, si me resbalo en esta mugre vomito" a lo cual la calle sutilmente, como suelo hacerlo, y le pedi que siguiera caminando, la pobre se empezo a reir, yo asumo que por los nervios, pero ello no evito el que la callara de nuevo un poco menos sutilmente que la primera vez.
Finalmente llegamos al otro lado, tampoco puedo describir la sensación de alivio que me produjo el ver la luz que entraba por la otra escalera, el ver que llegabamos al final de ese paso a desnivel con vida.
Pero, justo al dar la vuelta, sobre la escalera de salida de ese infierno, que aunque me parecio una eternidad seguramente no duro más de 15 segundos, habia una camisa de hombre rasgada, completamente bañada en sangre, con un charco de sangre debajo a medio coagular, lo cual indicaba que era de hacia muy poco tiempo, y con un guante de latex ensangrentado encima.
Eso fue el colmo, si hubieramos pasado por ahi menos de una hora antes nos hubiera tocado un tipo eviscerado en la escalera, o ver como lo acuchillaban, o no se que cosa.
Finalmente salimos y fuimos al susodicho edificio, en el cual nos informaron que los trámites habian acabado hacía 15 minutos, que por favor regresaramos al día siguiente. Obviamente de regreso nos cruzamos Tlalpan por arriba, aventándonos entre los carros como todos esos peatones de los cuales siempre me quejo por no usar los pasos peatonales.
Llegamos vivas al otro lado y de ahi al estacionamiento. Salimos de ahi y damos gracias de seguir vivas, asegurando que es una de las experiencias más extremas que cualquiera de las tres haya vivido.
Al día siguiente nos llevo alguien en carro y espero por nosotras, así qe estuvo mucho más tranquilo, aunque tampoco conseguimos nada del uso de suelo, pero llevamos todos los papeles al dueño del local para que el haga los trámites correspondientes y nos avise cuando estén listos.
Ésta es una de las experiencias que creo nunca olvidaré y que espero no repetir jamas, pero que me hace ver las desventajas de no tener un hombre a mi lado.
Pues, a conseguir un hombre se ha dicho.

sábado, 21 de julio de 2007

Entre las tripas


Eso de ser médico es impresionante. Mi hermana dice que vivo como personaje de ER o de 24 por el acelere que me cargo, por la urgencia vital de hacer las cosas, pareciera que todo fuera cuestion de vida o muerte. Y cada vez que me lo dice en tono de burla me encabrono, aunque quiza tenga razón; pero que bonito es hacer las cosas como si fuera la primera vez, o la última.
Aunque es cierto, el rollo médico te acelera la existencia. Nada se compara con la adrenalina que liberas cuando tienes una emergencia, y la satisfacción de resolverla, de ver a un animal recuperado. Aunque siempre hay un poco de miedo, y más cuando te gusta experimentar, nuevas técnicas quirúrgicas, nuevos fármacos, nuevos tratamientos, nuevo algo... no puedes evitar preguntarte si funcionará. Y hasta ahora me ha ido bien, me encuentro en un estado de satisfacción profesional por los tratamientos que he innovado exitosamente (sobre todo de medicina alternativa). Y si, tengo que aceptar que soy adicta a la sangre y al olor de la cirugía, que es como una droga para mi, que me encanta meter la mano entre las tripas del animal para sentir su calor y su pulso, y que supongo hay un cierto sadismo morboso en ello...
En fin, se supone que este sería un post irreverente, pero más bien me salio algo filosófico, prometo escribir algo chistoso para la siguiente.

lunes, 9 de julio de 2007

Acerca de los deseos...

Y pues si, eso de los deseos es complicado.
Uno esperaría que para hacer realidad un sueño, sólo se tuviera que seguir el instructivo adjunto:
Paso #1.- Tome un paño limpio.
Paso #2.- Frote la lámpara energicamente.
Paso #3.- Espere a que el genio aparezca.
Paso #4.- Pida un deseo.
Paso #5.- Disfrute su deseo hecho realidad.
Y es verdad, uno no puede dejar de desear cosas que no van a suceder nunca y anhelar cosas hasta cierto punto imposibles.
Como yo, que no puedo evitar desear... poder hablar con los animales, haría mi trabajo tan fácil. Hasta me puedo imaginar sentada en mi consultorio, con mi bata blanca perfectamente limpia y planchada, la historia clínica del paciente en una mano y una pluma en la otra, como medico de a deveras.
-Y digame usted Don Pulgas, dónde le duele??-
Pero noooo, debo de estar con mi filipina, que aunque la cambie 4 veces al día, siempre parece estar llena de pelos y salpicada de "algo" ademas de babas. Y que dificil es convencer a un paciente de que se quede quieto para sacarle una muestra de sangre cuando éste no habla castellano y le teme al médico...
-En serio, nada mas es un piquetito, ni lo vas a sentir-
En fin, supongo que nunca podré incluir en mi curriculum el hablar con los animales, lo cual tampoco estoy muy segura de que sea lo mejor para mi carrera profesional.
-Y digame, como es que usted planea entrenar la hiena asesina si no tiene experiencia laboral en el área??, y en dos horas según me dice-
-Pues verá, lo que pasa es que puedo hablar con los animales. La hiena habla español verdad??-
No, eso definitivamente no se vería bien en mi entrevista de trabajo.
Pues bien, si algún día consigo por gracia divina hablar con los animales, espero ser capaz de no hecharme de cabeza frente a los clientes, a riesgo de parecer lunática.

domingo, 17 de junio de 2007

Cuando lo cotidiano deja de serlo

Y regreso a este espacio después de un largo silencio, sólo para evidenciar mis nostalgias personales, para revivir y desempolvar rincones cardiacos poco frecuentados, llenos de recuerdos olvidados y sentimientos encontrados.
Y todo por una foto en la red, una mirada de reojo a través de una pantalla de plasma líquido que te acelera el pulso y te recuerda quien eras hace casi 20 años. En dos segundos de pronto te encuentras sentada frente a un cuadro en un museo que ya no existe, ese que estaba frente a aquel panteón al cual ya no permiten la entrada, escribiendo cosas que hoy no tienen sentido en un cuaderno viejo que ya quemaste, aquel día que te fuiste de pinta por alguna intrascendencia que no recuerdas. Y de pronto todo se aclara, los recuerdos regresan.
Esa mirada detrás de la pantalla es la de aquel al que solías llamar tu mejor amigo, ese que te abrazaba cuando tenias un nudo en la garganta sin preguntar nada, ese que te componía una canción con el único propósito de verte sonreír, ese que te conocía el alma sin explicaciones y te leía el pensamiento con sólo mirarte, ese que te limpiaba la sangre del labio cuando te partías el hocico contra alguno de esos muros que los adolescentes suelen levantar para tener contra que pelear, ese al que ahora recuerdas una vez al año, y que extrañas intensamente durante diez minutos para después volver a tu vida.
Es aquello que yo llamo un amor inconcluso. Y no, no es uno de esos amores hombre-mujer, sino mas bien uno de esos amores de amigo, hermano, más que hermano, confidente, cómplice, aliado.... Y por qué amor inconcluso???... pues porque nunca termino, pero tampoco continuo, simplemente se interrumpió.
Si, lo se, cuando uno llega a cierta edad debe de seguir con su vida, cada uno por su lado, arquitectura, biología, veterinaria... que más da. Que vivimos en estados diferentes, lo se, que hoy no somos quienes éramos, también lo se, que muy probablemente ya no tengamos nada que ver, es lo mas seguro. Pero igual duele esa vez en el año que se recuerda, que de pronto, por 10 minutos, el sentimiento es el mismo que era hace 20 años, que añoras caminar bajo la lluvia y bailar en la calle sólo por que sí. Que hechas de menos cosas cotidianas que de pronto se vuelven entrañables, como tu imagen reflejada en sus ojos y el sonido de su voz.
Y aunque tengo amigos, nunca volví a tener un amigo así, quizá la edad te complica la entrega emocional o te reseca los sentimientos. Quizá no encontré quién compitiera con semejante personaje en mi vida. No lo sé. Y no me quejo. Soy una mujer completa, profesionista exitosa, pareja de un hombre excepcional al cual amo intensamente, amiga de las que hay pocas e hija modelo. Sólo que a veces me recrimino el haber dejado en el pasado ciertas cosas, ciertos momentos, ciertos amigos.
Y ya basta de nostalgias presentes por cosas pasadas. Prometo que el próximo post será acerca de irreverencias, que como bien dice la harbana, ya se extrañan.

martes, 27 de marzo de 2007

Animales habilidosos

Todos tienen algún talento en esta vida. Incluso los animales.
Además de ser usados como un método alternativo de terapia en varias patologías psicológicas o fisiológicas, de trabajar como guardianes, lazarillos o en pastoreo, y de detectar drogas, explosivos y algunos hasta neoplasias (tumores), también son excelentes compañeros.
Y si, se que casi todos los dueños creen que sus mascotas son superdotadas y sumamente inteligentes, o por lo menos eso quieren que piensen los demás. Es igual con los hijos (aunque como diría mi padre: si todos los niños son taaan inteligentes de chicos, entonces de dónde carajos viene al mundo tanto pendejo???).
Pero la realidad es otra, no todos los animales son inteligentes, hay que reconocer que algunos son bastante idiotas, como mi perra, que se pasa horas enteras gruñendole a su sombra, pero en cuanto ésta se mueve sale despavorida a refugiarse en mis pies para temblar por aproximadamente 20 minutos o hasta que le preguntas dónde esta su hueso, lo cual hace que olvide sus temores de inmediato y corra por su preciado pedazo de carnaza apestosa y babeada, olvidando por completo a la sombra asesina.
Aunque tengo que reconocer que conozco animales realmente sorprendentes. Como la perra genio de mi hermana, que escribe sus guiones cuando ella duerme gracias a una descarga eléctrica que recibió en una tormenta. Aunque como todos los genios tiene ciertos problemas de personalidad, pero a pesar de su inteligencia es incapaz de hablar, así que le ha dado por intentar la telepatía, y se sienta por horas frente a los invitados de mi hermana con la mirada fija, metiéndoles ideas subconscientes de que algún día dominará el mundo y se casará con el marido de la dizque escritora (mi hermana por supuesto), liberando a todos sus hermanos caninos de la mano opresora de los humanos... aunque al llegar a ese punto, empieza a divagar y pierde la concentración a causa de la filosofía Kanikaista, acerca de la cual también ha pensado escribir un tratado, y ganar algún premio importante, y.... Se acuesta y sueña con la fama.
Así, no todos los perros son idiotas, pero tampoco genios. Y menos aún los propietarios, aunque algo hay de cierto en que todos se parecen a su dueño. Y no quiere decir que yo sea idiota, bueno, a veces si, pero no es ese el punto, el punto es que .... olvídenlo.
Creo que aún no he carburado el embotamiento cerebral que me ha causado la tesis.

sábado, 17 de marzo de 2007

Juzgar o ser juzgado


Y si, el estar en revisión de tesis es un verdadero martirio, no lo recordaba así.
Para empezar debes hacer todo a la perfección, desde conseguir imágenes por todo el mundo (literal, desde EUA hasta australia y hungría) para ilustrar un manual de imagenología en hurones, hasta redactar algo de lo cual no entiendes ni madres, como la física nuclear de la resonancia magnética.
Finalmente esta todo listo para que te sientes a escribir cada capítulo plácidamente, que lo disfrutes por que ta apasiona, que te emociones con cada página... y te das cuenta de que conseguiste tantísimas imágenes que aún no defines cuales usar para ilustrar cada parafo, y que algunas sumamente importantes no las has conseguido, como la mentada urografía excretora. Además debes aprender a usar photoshop, siendo científica y no teniendo ni idea de nada de cómputo, y a pelear con la máquina cada 12 minutos aproximadamente porque no hace lo que quieres, hasta que descubres que no es que la máquina te odie, sino que no se lo estás pidiendo cortesmente.
A fin de cuentas y tras mucho batallar, terminas el escrito, con imágenes retocadas y toda la cosa, hasta parece de editorial de a deveras, estás emocionadísima. Es hora de llevarlo a revisión por parte de las asesoras, para que cuando den su voto aprobatorio lo pueda evaluar el jurado de tu exámen profesional. Así vuelve a empezar el martirio...
Asesora 1: Me encanta, y las imágenes están increibles.
Asesora 2: No mira, aqui en lugar de 1 2 3 ponle 3 2 1, si, así quedaría mejor.
Una semana después...
Asesora 1: Que le cambió qué??? No, deja hablo con ella.
Asesora 2: Creo que no... que te parece si mejor ponemos 2 1 3. Si, así me gusta.
Una semana más tarde...
Asesora 1: Ya se lo pasamos al jurado??? Cómo que te lo cambio otra vez???
Asesora 2: No, olvídalo, siempre si me gustó más 1 2 3, tenias razón. Pero acá.....
Y en eso sigo. Así es que entre una revisión y otra, a duras penas tengo tiempo para mi. Y entre dolores de cabeza y discusiones semiracionales con la computadora, realmente no he tenido mucho tiempo de escribir por acá, además de que siendo honestos, con mi neuras y el abandono declarado de la Sra Inspiración, se me dificulta un poco más esto de los post.
Pero espero (realmente lo espero) que esto termine pronto para poder ser de nuevo una gorda feliz y poder escribir más de los bichos, en lugar de sufrir con mis interminables problemas académicos.

domingo, 4 de febrero de 2007

Uno de esos días

Invariablemente hay días en que te levantas con el pie izquierdo. A la hora de la ducha te entra shampoo en los ojos. Sales y por poco te partes la madre en el piso mojado. Te picas el ojo con el delineador mientras te maquillas. El café ya se te enfrio.
Finalmente sales de la casa, a medio camino empieza a salir una humareda del cofre del carro, y obviamente no sabes un carajo de mecánica. La grua tarda más de 2 horas en llegar.
Llegas a la clínica y, por que no? pisas excremento de perro a la entrada. Te limpias mentando madres. Adentro te espera la propietaria exasperante que va diario por que además de estar loca es hipocondriaca. Se queja de que hayas llegado tarde, no le das explicaciones y la pasas a consulta. Para quitartela de encima le mandas una lágrima artificial con la indicación de ponerle una gota en cada ojo a su bicho cada media hora durante 15 días para que se entretenga un buen rato antés de volver (lógicamente el animal está perfectamente sano).
Piensas que no quieres realizar ninguna cirugía hoy por que andas salada. En ese preciso instante te llega una urgencia de un perro atropellado que requiere cirugía de emergencia. Solo volteas hacia arriba recordando que estás maldita por ser atea. La cirugía sale bien. Vaya!
Por fin vas de vuelta a la casa, esta lloviendo. Al parar un taxi por que tu auto se jodio, éste pasa de largo salpicandote de pies a cabeza con el charco que se ha hecho por que la coladera de frente a la clínica siempre esta tapada.
Llegas a la casa. Quieres dormir para despertar en un nuevo día. Te cambias, te lavas los dientes. Te acuestas, pones la cabeza en la almohada pensando que este maldito día ha terminado. Cierras los ojos y comienzas a oir campanitas en tu cabeza, esta temblando, recuerdas que vives en Tlatelolco y saltas de la cama. De camino a la puerta te caes con toda tu humanidad torciendote horriblemente el tobillo, te quedas tirada en el suelo. Te ves ridícula haciendo puchero tu sola y con las perras corriendo felizmente a tu alrededor por que se emocionaron pensando que iban a la calle. Deja de temblar. Te levantas y vas de nuevo a la cama, cojeando y reunfuñando. Te duermes.
A la mañana siguiente te has quedado dormida, te levantas corriendo y te caes por el tobillo lastimado. Será otro de esos días????

Entre lonja y lonja la verdad se asoma

Ser gorda nunca estuvo dentro de mis planes, pero sucedió.
Y esto, además de dañar mis rodillas y amortiguar algunas de mis caidas, me ha dejado algunas enseñanzas:
Nunca vistas de blanco, pareces anuncio ambulante de greenpeace de protección a la ballena blanca.
Si vistes de blanco, nunca juegues con animales mientrás das consulta, te manchas y das lugar a ser confundida con una vaca pinta, sobre todo en la Facultad.
No vayas al museo con ropa llamativa o que enseñe demasiado porque creen que eres parte del personal que da visitas guiadas o promociona la sala de Botero.
Si no sabes nadar, no uses salvavidas, sólo ponte voca arriba, siempre funciona.
Caundo le expliques a un propietario la importancia de que el animal no sea obeso y se mantenga en su peso ideal, no ahondes demasiado en el tema ni tardes de más, suele ser contraproducente para la imagen de la clínica.
Nunca trates de explicar que es hormonal, la mayoría de las veces no te creen, y la mayoría de las veces no es cierto. Aunque claro, lo mio "si" es hormonal.
Y como dice Issa, no puedes tragar garnachas toda la vida, come frutas y verduras, reinventate, empieza de cero, disfruta.
Ser gorda no es tan grave.
Pero mañana empiezo mi dieta. Suerte!!!

miércoles, 31 de enero de 2007

La vida a los 7 años


Las cosas nunca son como uno las planeo.
Recuerdo cuando era niña y pensaba que a los 15 ya se era mayor, que a los 20 sería madre y a los 25 abuela, y que a los 35 ya iría de salida. Y resulta que a los 34 aún me busco, tratando de encontrar a esa Rocío que nunca fué, o que fué en exceso, y a veces, incluso la percibo con el rabillo del ojo, burlándose de mi la muy desgraciada.
Recuerdo cuando entre a estudiar a la universidad, biología... pensaba dedicarme a ingeniería genética y montar un parque jurásico, volverme rica de la noche a la mañana y vivir feliz viajando por el mundo por el resto de mis días. Al terminar biología, comencé a dedicarme a veterinaria, de lo cual sabia bastante por dedicarle todo mi tiempo libre e ir a cursos cada que tenía la posibilidad además de meterme en el quirofano de cuanto médico conocía, y me empezó a ir muy bien, de pronto me hice de una gran clientela, toda ella a sabiendas de que era bióloga y no veterinaria.
Y heme ahi, tirada en mi cama sin poder conciliar el sueño a las 4 de la madrugada, preguntandome que hacer con mi vida: a) Entrar a hacer una maestría y un doctorado en Inmunología, o b) Meterme a la carrera de Veterinaria antes de que algún médico me demandará por usurpación de profesión y empezar desde cero.
Creo que mi decisión es más que obvia, me metí a Veterinaria, y de pronto me encontré en medio de una bola de escuincles pubertos de 18 años que se reían de pura pendejada y que no sabian nada de medicina. Me sentí como de vuelta al kinder, yo, una investigadora sería, que venía de trabajar en el CINVESTAV en un laboratorio de inmunología, de dar clases de licenciatura y ponencias en congresos internacionales, en medio de toda esa bola de niños babosos!!!
A fin de cuentas y tras mucho meditarlo, decidí quedarme ahi un semestre, y en caso de que me fuera imposible, abandonar la carrera para optar por la primera opción. Pues en verdad los primeros semestres de la carrera fueron maravillosos, ya que sólo me presentaba a los exámenes y nadie sabia nada de mi, pero en 4º o 5º semestre, al honorabilisimo consejo técnico se le ocurrio sacar una nueva ley, donde era obligatorio el 80% de asistencias para poder acreditar una materia, ahi fué donde valió madres mi espléndido plan de sacar una carrera sin cursarla, y además con un maravilloso promedio.
Pues así fue como empece a asistir a clases, lo cual la mayoría de las veces era un verdadero martirio, empezando por las desmañanadas, ya que eso de pararse a las 5.30 para llegar a las 7 a CU nunca fue muy de mi agrado, razón por la cual solía llegar tarde a clases. Luego los maestros que dan clases con información de los 80s, época en la que milagrosamente terminaron la carrera y que nunca se preocuparon por actualizarse, y que además, se ofenden cuando les corriges algo. Y para terminarla, las prácticas de campo, donde, en el caso de las producciones, te llevan a los ranchos a ver el maldito acinamiento y las pésimas condiciones en las que viven los animales de consumo, para que al final, el matadero sea su salvación para toda esa pinche vida de miseria.
Finalmente termine la carrera, y espero próximamente abrir una clínica propia en un buen lugar, volverme rica de la noche a la mañana, vivir feliz y poder viajar por el mundo por el resto de mis días.

De los perros y sus dueños


Los perros son maravillosos, o será que yo estoy loca, pero me gusta todo acerca de ellos, desde sus manías hasta sus babas. Pero los dueños...
Se que en todas las profesiones se conoce gente extraña, pero además de la psicología y la medicina, dudo que haya otra que se compare con la veterinaria. En la práctica clínica diaria te topas con cada bicho, como los dueños con telepatía... -No Dra, no le gusta la medicina, ya me lo dijo, y además, me deja de hablar si no le doy su chocolate todas las noches. Verdad bebe??-
Los dueños hipocondriacos... -De verdad, por que oi en las noticias que cuando estornuda es que ya le dio la cosa esa de las vacas locas- o bien... -No, mi vecina me lo dijo bien requeteclarito, a su nieto le dio moquillo por que un perro lo lambio-
Los dueños sabelotodo... -Disculpeme, pero yo se lo que es la displasia de cadera, y no necesita cirugía, con unas cataplasmas de lechuga se le pasa-
Los dueños mentirosos... -Deveritas, ayer estaba como si nada, la pata se le seco hoy en lo que fui al mercado y regrese, yo lo vi-
Los dueños tacaños... -No se, si no lo opero se muere?, pero si lo opero me sale muy caro no?, y si mejor nos esperamos a ver que pasa?- o de plano... -No pues así no, mejor lo mata de una vez no?-
Los dueños intuitivos... -Oiga Dra, si se rasca es por que tiene comezón?, si no come es por que no tiene hambre?, si duerme mucho es por que esta cansado?, si me ve es por que algo quiere verdad?-
Yo me pregunto, que carajos piensan los perros de sus dueños??